Palacio de Aranjuez
Palacio de Aranjuez

Los 5 imprescindibles de turismo en Aranjuez

Aranjuez es una ciudad de la provincia de Madrid de alrededor de 60.000 habitantes que es desde hace décadas un punto turístico imprescindible. Pasear por sus calles, disfrutar de su ingente patrimonio histórico, descansar en las orillas del río Tajo o disfrutar de de restaurantes en aranjuez con menú son algunas de las actividades que harán de la visita un momento placentero.

Vamos a destacar aquí las cinco cosas imprescindibles que no debemos perdernos en una vista rápida a Aranjuez

Palacio Real de Aranjuez y la Casa del Labrador

La primera fase constructiva del Palacio Real tuvo lugar bajo Felipe II entre 1565 y 1586.Consistió en la construcción de la torre meridional, parte de la fachada y el ala meridional.​ Felipe V ordenó continuar las obras y lo mismo hicieron sus sucesores Fernando VI, y Carlos III, bajo el cual Francisco Sabatini amplió el palacio entre 1771 y 1778 con dos alas al oeste de la fachada principal. Es imprescindible visitar sus jardines.

Otro monumento relacionado con la realeza es la Casa del Labrador, un capricho destinado al recreo y diversión de Carlos IV, lejos del protocolo de Palacio.

Los palacios de la nobleza

Como lugar de Corte, fueron muchos los ricos nobles que construyeron en Aranjuez residencias de verano. Por ejemplo aquí tuvo uno de sus palacios el famoso Godoy, quien se lo compró al Marqués de Llano en 1792. Ahora es un colegio femenino.

Los Duques de Osuna se situaron entre las calles de la Reina y del Príncipe, colindante con el palacio de Godoy. En 1750, por iniciativa real, se ordenaba construir una casa para Farinelli. Cuando Carlos III llegó al trono, Farinelli vendió la casa y regresó a Italia. Fue comprada por la Corona y tanto la casa como su adyacente fueron vendidas en 1787 a los duques de Osuna. En 2018 fue destruido por un incendio.

El Palacio del Duque de Medinaceli ocupa una manzana completa entre las calles Abastos, Gobernador, del Rey y del Capitán. Se construyó en la última década del siglo XVIII. Las Cocheras de la Reina Madre se sitúan entre las calles del Rey, Gobernador, Capitán y la plaza de Abastos. Se construyeron entre 1758 y 1765 para cocheras, caballerizas y habitaciones de los criados de Bárbara de Braganza. Tras el fallecimiento de esta, Carlos III lo acabaría destinando al servicio de su madre Isabel de Farnesio. Hoy en día alberga el Centro Cultural Isabel de Farnesio.

Por último, el Palacio Silvela, situado al sudoeste del palacio, en el lugar que previamente ocupaba un pabellón del infante Luis de Borbón, su construcción fue encargada por Francisco de Asís a mediados del siglo XIX como residencia para su primo Adalberto de Baviera. En 1902 estaba ocupado por Francisco Silvela y posteriormente sufrió un progresivo abandono y degradación, hasta que en 1987 fue restaurado.

Obras hidráulicas

En las inmediaciones de Aranjuez existen multitud de obras hidráulicas con el objetivo de abastecer de agua a los palacios reales. La presa de Ontígola se encuentra un kilómetro al sur de Aranjuez. Su construcción se inició en 1563, con dos muros de piedra separados por un terraplén;​ sin embargo, en 1565 se derrumbó el muro delantero, por lo que se levantaron varios contrafuertes para reforzarlo, y en 1568 se produjo un segundo derrumbamiento, esta vez en el segundo muro, lo que obligó a reforzarlo también con contrafuertes. La finalización de las obras tuvo lugar en 1572 de la mano de Jerónimo Gili y Juan de Herrera.

La presa del Embocador se encuentra en la dehesa de Sotomayor, seis kilómetros al este de Aranjuez. Fue construida entre 1530 y 1534 en el mismo lugar que existió una presa que abastecía a los molinos de Gonzalo Chacón y en los trabajos participó el arquitecto Luis de Vega. Constituyó la primera de las obras del sistema de riego del Real Sitio​ y dio origen a dos canales, el de las Aves o de Sotomayor, en la margen izquierda del Tajo, y el de la Azuda o del Embocador, en la margen derecha; ambos fueron iniciados por Carlos I e impulsados por Felipe II.

El Caz de las Aves fue mandado construir por Carlos I en 1535 para el riego de los jardines y el arbolado del Real Sitio.​ Parte de la presa del Embocador y desde ahí el canal discurre siguiendo el relieve del terreno, con pasos inferiores cuando cruza barrancos naturales.

Fincas de recreo y zonas agrícolas y ganaderas

Igualmente el lugar esta repleto de fincas de la Corona que abastecían a la corte. El Real Cortijo de San Isidro, a cinco kilómetros al noreste de Aranjuez, explotación agrícola ordenada por Carlos III en 1761.

La Flamenca comprendía dos partes: los campos regados por el Caz de las Aves y el monte, 40 metros por encima del nivel del río Tajo. Se estableció en 1775, siguiendo el modelo de Flandes, con la creación de praderas artificiales, y ese mismo año se mandó construir una casa en la parte más alta. En 1855 se transformó en Escuela de Agricultura, y en 1870, tras la desamortización, pasó a ser propiedad del duque de Fernán Núñez.

La Casa de la Monta estuvo ligada a la cría de caballos. El conjunto agropecuario de Las Infantas
fue puestos en explotación en tiempos de Carlos III. La Real finca de Villamejor se destinó a la cría de mulas y, posteriormente, búfalos.

Edificios civiles

Son muchos los edificios construidos en Aranjuez para albergar los servicios a la Corte. Encontramos: la Casa de Fogones, para alejar las cocinas del palacio para evitar el peligro de incendio: la Casa del Gobernador, a finales del siglo XVIII, Juan de Villanueva recibió el encargo de construir una casa para alojamiento del gobernador y las oficinas de contaduría, tesorería y escribanía; la Casa de Empleados, que se construyó en 1792 para viviendas de los criados de mayor categoría de Su Majestad; el Hospital de San Carlos, construido en 1775-1776; el Teatro Real Carlos III; el Mercado de Abastos; los Cuarteles de la Guardia Real; la Plaza de toros; y la Estación de ferrocarril.