En la época actual, en la que parece que todo el marketing es digital, utilizando anuncios en las web, en los resultados de los buscadores, en las apps o en las redes sociales, es posible que te plantees si es realmente efectivo el uso de elementos físicos de publicidad.
La publicidad física ni ha muerto ni ha dejado de ser efectiva. Muestra de ellos es que sigue habiendo multitud de carteles en paredes, marquesinas y otros elementos urbanos. Y no digamos ya dentro de tiendas, supermercados y ferias y congresos: lo publicidad física no ha pasado de moda. De entre las numerosas opciones disponibles, una de las más efectivas de cara a su impacto en el consumidor es el uso de banderolas publicitarias personalizadas. ¿Por qué? Ahora te contamos sus ventajas:
5. Son reutilizables
Las banderolas puedes utilizarlas una y otra vez allá donde quieras hacer publicidad de tu producto o servicio. Son elementos duraderos pues están realizados en metal, plástico y lona. De este modo se consigue que la inversión inicial sea más eficaz pues prácticamente caben en cualquier sitio.
4. Destacan sobre otros elementos
Somos unos seres eminentemente visuales. Así que, cualquier señal visual enseguida capta nuestra atención. Y las banderolas cumplen perfectamente su función: Practicamente es imposible no fijarse en ellas y que, al menos leamos lo que está sobre ellas escritas.
3. Son relativamente baratas
Puede que una banderola cueste más que 100 anuncios online pero seguro que es vista por miles de personas al día si la dispones en un comercio o en un evento. ¿Tienes esa misma seguridad de que los anuncios online se ven del mismo modo? Podemos dudar de ello, sobre todo si aparecen junto a anuncios de otras marcas, vídeos y otros contenidos diversos en una página web. Definitivamente, la banderola impacta más y, además, vemos realmente cuanta gente la está visualizando sin necesidad de complicadas métricas de marketing.
2. Multitud de opciones de tamaño y forma
La creatividad aplicable a las banderolas es prácticamente infinita. Pueden tener casi cualquier forma que imagines: rectangular (horizontal o vertical); redonda; con forma de gota, de pluma, de aleta o de vela de surf; imitando las banderos del golf o a modo de bandera tradicional; que cubran una fachada o una carpa..
Y en cuanto al tamañao también hay numerosas opciones. El límite es más la imaginación y el presupuesto que la propia banderola. Y siempre con el diseño más adecuado y acorde con la imagen corporativa.
1. Realmente probado durante mucho tiempo
Si hay algo que se ha probado realmente efectivo con el tiempo en el mundo de la publicidad son las banderas. Al fin y al cabo, las banderas, los escudos y los estandartes se han venido utilizando desde hace miles de años en todas las civilizaciones.
Era el modo de llamar la atención, de significarse como grupo, de decir quíénes somos y qué hacemos. Hoy en día su función y efectividad siguen siendo las mismas. Su poder de impacto y de capatar la atención siguen estando inactos.
No lo dudes más y piensa en las banderolas para tu próxima acción publicitaria. No te arrepentirás.