inteligencia emocional

Todos los padres deseamos la felicidad para nuestros hijos. Pero la gente que sabe disfrutar de la vida, crecer con los problemas y perseguir su sueño, empiezan a forjarse desde la más tierna infancia. Cada vez oímos más casos de niños con ansiedad, estrés o depresión. Los adultos tendemos a pensar que la infancia es una etapa feliz sin más, sin embargo está llena de problemas de superación y la dificultad de formar una personalidad en la que influye mucho el entorno que rodea a estos niños y la educación que se les brinda en casa. Vamos a mostrar las 5 claves más útiles para tener hijos felices. 5. Mentalidad Positiva Tener una mentalidad positiva implica desarrollar una actitud positiva hacia todo lo que nos ocurre en la vida. Es necesario enseñar a los niños a enfrentarse a la vida con ilusión, aprender de los errores, no pasa nada por equivocarse, reírse de uno mismo y así conseguirán ser más seguros y adquirir confianza en que son capaces de hacer las cosas por sí mismos. Se convertirán en personas amables, comprensivas, empáticas y luchadoras para conseguir sus éxitos. 4. No etiquetar Los niños forman su personalidad a partir de como piensan que les percibe su entorno. Si un niño es etiquetado por sus familiares, profesores o amigos de "tonto", "torpe" o "no sabes hacer nada", el asumirá que él es así y a partir de ese momento irá actuando en consecuencia de "yo esto no lo hago bien", "no soy listo" o "no soy bueno". Cada niño debe ser aceptado y querido como es, valorar todo aquello que hace bien y potenciarlo. Es muy interesante aquí el poder del "Efecto Pigmalión". Un experimento en un colegio hizo que tras un falso examen de nivel, una clase de niños fuesen tratados como los mejores estudiantes que se habían encontrado nunca. La clase de al lado se les comunicó que sus resultados eran buenos pero no excepcionales. Los estudiantes de la primera clase obtuvieron ese año unas calificaciones excepcionales. Su esfuerzo, entusiasmo y dedicación había sido paralelo a cómo se les consideraba. Los de la segunda clase tuvieron resultados normales, no destacaron especialmente. Los dos grupos eran iguales, solo cambió la forma de tratarlos. 3. Autoestima La autoestima se adquiere consiguiendo logros personales por uno mismo. Esto nos proporciona un sentimiento de bienestar y satisfacción inigualable. Somos conscientes de nuestra capacidad, creatividad, de afrontar retos, resolver problemas y la capacidad de asumir responsabilidades. El niño que está orgulloso de sus logros, es más independiente, afronta más retos, es más tolerante a la frustración y se sentirá capaz de influir en otros. 2. Independencia Es fundamental que un niño aprenda a ser independiente para ayudarle a crear su identidad. Permitirles ser independientes, supone dejarles crecer. Hay muchas cosas que ellos pueden hacer sin nuestra ayuda y es frustrante que no les dejemos hacerlo. Ellos interpretan que no merecen nuestra confianza, que no saben o que lo hacen mal y por eso se lo hacemos. Cuando delante de una tarea diga"yo ya soy mayor" hay que escucharle y respetar su decisión. Esto motivará su capacidad de aprendizaje, de esfuerzo por conseguir las cosas. El fomentar que sean independientes no implica que obtengamos resultados iguales, cada niño desarrolla sus capacidades de manera distinta. 1. Inteligencia Emocional La inteligencia emocional es la capacidad de gestionar nuestros propios sentimientos con nosotros mismos y con los demás. El éxito o fracaso de una persona depende más de su inteligencia emocional que de su coeficiente intelectual o de sus resultados académicos. No siempre el alumno más inteligente acaba siendo el más exitoso, quizá porque tiene otra forma de enfrentar contratiempos, superar obstáculos, soportar presiones, adoptar una actitud empática y social que nos brindará un mayor éxito y desarrollo personal.

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Las 5 claves más útiles para tener hijos felices

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