Las 5 ciudades más extrañas del planeta

En un mundo globalizado como el nuestro donde la mayoría de las ciudades de la tierra cada vez se parecen más, resulta curioso encontrar estas ciudades que resultan extrañas incluso para los habitantes de su propio país. Algunas son increíbles destinos turísticos para viajeros aventureros  y curiosos y otras se encuentran por casualidad, en lugares escondidos  alejados y ajenas a las miradas de los turistas.

1. Shibam de Hadramaut (La Manhattan del desierto)

Shibam es una de las ciudades más extrañas del planeta, también conocida como “la Manhattan del desierto” o “la más antigua ciudad de rascacielos del mundo”. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1982. Este peculiar enclave, se sitúa en el desierto del Yemen y se caracteriza por sus altos edificios fabricados en adobe. Los más antiguos que se conservan datan del siglo XVI y los edificios más altos pueden alcanzar los 40 metros. “El minarete” es como denominan al edificio más alto que domina el lugar.

Esta ciudad se creó debido a la riqueza del incienso, con la que se pudo levantar esta peculiar arquitectura local que se repite en Kawkaban o el casco antiguo de Sanaan. A pesar de los modestos materiales, la variedad de decoración en las fachadas, convierten a esta ciudad en un auténtico museo al aire libre. “La Casa de Jarhum” es uno de los edificios más antiguos de la ciudad, consta de unas celosías y puertas de madera antiguas. Los marcos de las ventanas están realzados con cal, que permite delimitar los pisos y que con la luz del sol, hace que la arena de los edificios adquiera un tono dorado.

El motivo de esta gran altura de los edificios era la de crear una fortaleza que protegiese la los yemeníes de los ataques de los beduinos, en una tierra donde no hay montañas. Así que la ciudad está rodeada de una muralla que fue reconstruida en el siglo XVI, una vez que se atraviesa la Gran Puerta, nos adentramos en un entramado laberíntico de calles propio de la sociedad musulmana.

2. Neft Dashlari (Piedras Aceitosas)

La extraña ciudad de Neft Dashlari  es una auténtica ciudad industrial, situada en medio del mar Caspio, a 100Km de Baku actual capital de Azerbayan. Comenzó siendo una plataforma petrolífera llamada Neft Dashlari, cuyo significado es “Piedras Aceitosas”, pero pronto se construyó otra plataforma y otra más hasta formar una gran ciudad. Esto fue posible gracias al bajo coste de construcción debido tres circunstancias:

  • La gran cantidad de petroleo que había debajo.
  • La poca profundidad del agua
  • La cercanía a tierra  permitía transportar el petróleo con cañerías en lugar de con barcos.

Poco a poco se fue construyendo todo lo que un pueblo industrial necesita para vivir, edificios como hoteles, restaurantes… En 1978 ya tenían purificadora de agua, con el tiempo hicieron un puente para que pasen vehículos. Así hasta completar siete hectáreas de islas artificiales, con sus correspondientes puentes para comunicarlas.

En la actualidad todavía quedan 30 millones de toneladas de crudo, pero con el tiempo Neft Dashlari se convertirá en una isla de cemento y hierro desierta porque se habrá extraído todo el petroleo y gas natural.

3. Miyakejima

Miyaquejima es una isla japonesa, situada encima de una cadena de volcanes y considerada también como una de las ciudades más extrañas del planeta, ya que resulta increíble que alguien pueda vivir allí. La actividad volcánica provoca que se  emita un gas venenoso muy nocivo para los habitantes. En Junio del año 2000 entra en actividad el Monte Oyama y la toxicidad de los gases y su peligrosidad hizo necesario evacuar a todos los habitantes de las isla. Los cinco años siguientes Miyaquejima se convirtió en un paisaje post-apocalíptico de calles vacías, coches oxidados, árboles muertos y edificios abandonados.

Dos años después el volcán continuaba emitiendo de 10.000 a 20.000 toneladas de dióxido sulfúrico. Poco a poco, la orden de evacuación comenzó a levantar hasta que en el año 2005 se permitió a los habitantes volver a sus hogares, aunque con severas advertencias sobre los gases nocivos que aún se filtraban de la tierra. Cerca de 2.800 personas regresaron a sus hogares cargados con máscaras y aunque el gobierno realiza controles periódicos de salud en ciertas áreas, aún queda un tercio de la población que se escapa a estos controles. Los habitantes de la isla están obligados a portar siempre una máscara de gas aunque no tengan que utilizarla en todo momento

Miyakejima
Miyakejima

4. La ciudad de los enanos

Esta extraña ciudad situada cerca de la ciudad de Kummning en China, se llama la “Ciudad de los Enanos”, también denominada “El Imperio” y es que nadie que mida más de 1,30 puede vivir allí. Se trata de una ciudad construida con fines turísticos que evoca un mundo fantástico con casas en forma de hongo decoradas con extrañas chimeneas. Allí los enanos van vestidos de guerreros, emperadores, hadas, ninfas…ofrecen espectáculos, comidas y diversión a los visitantes.

En la ciudad viven más de 600 enanos contratados para trabajar en el parque turístico, donde reciben un sueldo de 147 $ al mes, el cual es bastante superior a la media del país. Además reciben clases de baile, entrenamiento y lecciones de inglés.

Para los enanos es un lugar idílico, porque pueden vivir sin sufrir discriminaciones y en un lugar adaptado en estatura a ellos. El éxito del parque es tal que están pensando en ampliarlo y en contratar más enanos.

Kunmning en China
Kunmning en China

5. Manshiyat Naser (La Ciudad de la Basura)

Mashiyat Naser es la ciudad más extraña del planeta también llamada La Ciudad de la Basura. Nada más verla parece un conjunto de edificios derruidos y abandonados donde nadie se puede imaginar que allí pueda vivir tanta gente. Esta ciudad se sitúa en las afueras del Cairo y la gente que allí vive se dedica a la recogida y reciclaje de basura. La pobreza en la que viven sus habitantes es extrema, carecen de agua corriente, alcantarillado y de electricidad.

Los zabbaleen, que así se llaman los habitantes de esta ciudad, empezaron a recoger la basura de El Cairo a cambio de propinas, hasta crear todo un sistema de reciclaje que se organiza en torno a esta ciudad. La parte orgánica la utilizan para alimentar a los cerdos y a las cabras que viven en sus tejados o patios interiores.  Cada familia se especializa en un tipo de material, plástico, vidrio, papel metal, de forma que cada tipo de residuo tiene un destino diferente.

Esta sorprendente ciudad no forma parte de los lugares habituales de turismo, sin embargo es algo muy real que sorprende, sin duda, al visitante.

Manshiyat Naset